lunes, marzo 06, 2006

Melodias de azúcar


Y ahora tú me pides que alimente la llama del faro con jirones de mi alma y de nuevo, el miedo de mi vergüenza, ese que nace en lo más hondo de las entrañas, regresa para interrogarme. Cuando toco lo hago para mi porque en ese momento hay algún sentimiento que se me desborda, alguna sensibilidad que se me desabrocha. Así que, si tú quieres las flores de mis cuerdas, los retazos de mi alma, el dolor retorcido de mi melancolía, aquí están. La vida aún no te ha puesto frente a mis soledades, desconoces el sonido abandoneon de mi melancolía, aún no sabes que deseo reflectarme en la curvatura marina de tus cuencas, que deseo ser espuma de ola para acariciar la orilla de tu fragilidad. Ignoras que mi sueño es ser lluvia, que resbale por tus mejillas, que trace ríos en los valles de tu desnudez. Desconoces que tus noches de destejer caricias cesaran cuando el destino me ponga frente a ti, y sea yo quien cosa mi calor a tu cansada soledad. Cuando el misterio infinito de tu mirada marina se pose sobre mi por primera vez, con un signo de interrogación. Las cuerdas de mi alma vibrarán y mi caja torácica se vaciara de las piedras que ahora me acompañan.

No hay comentarios: