sábado, enero 07, 2006

Comienzo de la Travesía



Allí estaba Ariadna, hija de Minos, y al ver a Teseo se enamoró de él. En el camino hacia el laberinto, Ariadna se acercó a Teseo y le ofreció su ayuda a cambio de que la llevara con él a Atenas. Teseo, que a su vez también se sentía atraído por la princesa cretense, aceptó inmediatamente. A lo que Ariadna correspondió entregándole una madeja de hilo. Con ella, le explicó Ariadna, hallará la salida del laberinto si ataba el extremo a su entrada y la iba desenrollando a medida que avanzaba.Una vez dentro del laberinto, Teseo ató un extremo de hilo a la entrada y pidió a los trece jóvenes que le acompañaban que esperasen junto a ella. Se introdujo en el laberinto, encontró al Minotauro y lo estranguló. Impresionado por el valor del joven, Minos liberó a los atenienses y dejó partir a su propia hija, Ariadna, junto a ellos.De camino a Atenas, Ariadna se separó para siempre de Teseo. Diversas versiones explican este hecho: una de ellas dice que Teseo no estaba enamorado de ella y la abandonó, otra cuenta que Ariadna murió a causa de unas fiebres,... sea como fuere, Teseo llegó muy apenado a las costas de Atenas... tanto que olvidó izar la vela blanca que como había prometido a su padre si volvía sano y salvo. Al ver aproximarse el barco con su vela negra, el rey Egeo, presa de la desesperación, se clavó su propia espada, muriendo sin conocer la hazaña de su hijo. Desde entonces, al mar que baña las costas orientales de Grecia se le conoce con el nombre de este rey.

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